Medir la energía para dar respuestas a un sector ‘opaco’


La consultoría dice que la ambigüedad de la normativa produce ‘situaciones alegales’

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Accede al articulo de ‘El Mundo’
 
Un sector opaco. «El sector de la energía se caracteriza por ser opaco y muy poco comprensible», afirma Ricardo Gómez, socio fundador de Tecnos Ingenieros. La industria está dividida en tres actores: los generadores, los distribuidores y los comercializadores. «Los dos primeros grupos están formados por un oligopolio de tres empresas que contienen entre sus consejeros, a expolíticos de gran relevancia», señala. «No existe información clara, concisa y constante de los procedimientos que competen a los agentes del sector eléctrico», añade.

Facturas ininteligibles. La ambigüedad de la normativa produce «situaciones alegales» que se generan «constantemente» en el mercado eléctrico. «Suelen beneficiar a las compañías eléctricas que son las especialistas de maximizar su beneficio en acciones más allá de vender la energía a los usuarios finales», resalta Gómez. Las facturas eléctricas «no facilitan su entendimiento y mucho menos el tomar medidas para reducir el importe de las mismas». Por ejemplo, palabras como «penalización» han sido sustituido por «término» o «bonificación» solapa que se está pagando por derechos no utilizados. En conclusión, existen «muchos entresijos y resquicios» tanto técnicos como legales que «imposibilitan» que las empresas tengan optimizado su gasto eléctrico.

La solución, medir. Esta serie de factores produce que «siempre» haya aspectos mejorables y acciones para reducir el gasto energético de las empresas. Tecnos Ingenieros ayuda a compañías e instituciones a reducir sus facturas eléctricas sin necesidad de cambiar o renovar sus instalaciones. «Hacemos en el sector eléctrico lo que en el sector financiero se denominaría ingeniería financiera y le añadimos la ingeniería eléctrica», afirma. «Hay medidas que hacer más allá de cambiar las bombillas para reducir el consumo», indica. Todo el ‘know-how’ lo han tenido que adquirir desde cero. «No había cursos, guías o libros a los que recurrir», comenta Gómez. Así que los dos socios tuvieron que adquirir un analizador de redes y empezar a medir todo lo que era posible para llegar a comprender «el espectro de la energía completo». Así logran optimizar cada uno de los parámetros que conforman la factura eléctrica. De hecho, hasta que el cliente no verifica que el trabajo ha funcionado, no abona un porcentaje de lo ahorrado.